Japón, potencia ascendente económica y militarmente, se consagró como indiscutible gran país tras la derrota de Rusia, que sufrió la destrucción de sus flotas del Báltico y el Pacífico.
La derrota provocó un fuerte movimiento social que demandaba reformas. En él participaron los soviets, que años más tarde cobrarían especial relieve. El malestar sirvió de detonante de la Revolución de febrero de 1905.
Revolución de 1905:
Constituyó un precedente y un referente para la de 1917. Fue fruto del malestar provocado por la crisis económica (crisis de subsistencias, desempleo) que azotaba Rusia, junto con el descontento que causó la derrota militar frente a Japón.
Entre 1901-1903 una crisis económica de carácter internacional azotó a Rusia que había alcanzado cierto grado de industrialización. Se produjeron manifestaciones y huelgas, especialmente en la región de Bakú, rica en pozos de petróleo. La inestabilidad continuó durante todo 1905.
En comparación con la revolución de 1917, la mayoría de las fuerzas políticas que intervinieron no tenían la intención destruir el zarismo, sino tan solo denunciar el mal gobierno y forzar a reformas políticas.
El desencadenante del proceso revolucionario tuvo lugar el 9 de enero de 1905, cuando una muchedumbre (200.000 personas), desarmada, compuesta por obreros, campesinos, mujeres y niños, dirigida por el pope (sacerdote) Gapón que era confidente de la policía y colaborador del régimen, se encaminó al Palacio de Invierno en San Petersburgo, residencia del zar, para hacerle llegar una serie de peticiones: convocatoria de una asamblea constituyente, mejoras salariales, jornada de ocho horas, libertad de sindicación, etc.
Por respuesta obtuvieron una violenta represión que se saldó con más de mil manifestantes muertos. Este acontecimiento ha pasado a la historia con el nombre de "Domingo Sangriento".
En junio de 1905, la marinería del acorazado Potemkin, que se encontraba anclado en el puerto de Odessa (Mar Negro) se sublevó contra sus oficiales, ejemplo que se extendió a otras unidades de la marina y del ejército.
No obstante el aparente fracaso de la acción de 1905, sus consecuencias alcanzarían una gran relevancia pues sirvió de ensayo a los acontecimientos de 1917.
Primera guerra mundial:
Estos hechos condujeron al definitivo desprestigio del zarismo y favorecieron la unión de la oposición burguesa y obrera frente al régimen. El conflicto sirvió para organizar a los soviets y dar un mayor relieve y actividad a los bolcheviques liderados por Lenin.
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